Escribas lo que escribas, ya sean artículos, posts, blogs o libros, requerirás una buena dosis de inspiración para crear buenos contenidos.
Pero la realidad es que, a veces, por muy buen escritor o escritora que uno pueda ser, todos tenemos días negros en los que la mente se queda en blanco. El cansancio, el estrés, la monotonía y la desmotivación son algunos de los factores que pueden hacer que las palabras no encuentren sentido en nuestra cabeza.
Compartimos contigo algunas pautas para recuperar la inspiración perdida y redactar contenido de película. ¡No decaigas!
No fuerces la concentración
La concentración es clave… de eso no hay ninguna duda.
Cuando hablamos de concentración, es importante considerar el entorno de trabajo. Pero, ojo, esto no quiere decir que tenga que ser una oficina o un escritorio. Las mentes creativas lo son en cualquier sitio. Algunas, incluso, funcionan mucho mejor en entornos poco corporativos.
Del mismo modo, la concentración no necesariamente implica silencio sepulcral, ya que esto depende de cada individuo. Aunque una gran mayoría sí que necesitan el silencio, muchas personas sólo lograrán concentrarse si escuchan música.
Si aun habiendo encontrado la comodidad en tu entorno no logras inspirarte, no te agobies. Y ante todo, no te fuerces, o entrarás en un bucle de bloqueo mental que no te llevará a ningún sitio. Esto solo aumentará tu estrés y, por tanto, reducirá tu productividad. Si no es tu día, no es tu día.
Si es tu caso, intenta desconectar. Prueba con ejercicios de relajación, yoga o pilates. Al trabajar el cuerpo y la mente simultáneamente, te ayudará a evadirte del estrés, desbloquearte y, además, te proporcionará la satisfacción propia de hacer deporte.
Investiga en social media
Echa un vistazo a lo que se cuece en redes sociales.
En Twitter, monitoriza hashtags y trending topics (TT) dentro de tu campo para enterarte de lo que está causando furor en internet. Cuando publiques en la red del pajarito, revisa los tuits más tarde para ver cuáles tuvieron más retweets (RT), comentarios y respuestas. Así podrás hacerte una idea de los temas que resultan más efectivos. Además de ser útil para dar con temas actuales y populares, también serán afines a tus seguidores y perfiles relacionados.
En Facebook, un poco de lo mismo. Analiza los posts más compartidos y comentados, ya que a veces los usuarios hacen preguntas o solicitudes que puedan servirte como futuros temas.
Espía a la competencia
Aunque suene un poco extraño, nunca está de más estar al tanto de lo que hacen tus competidores. Al fin y al cabo, vuestro público objetivo es el mismo, por lo que los temas que abarcaréis serán muy similares.
Es imprescindible no plagiar. ¡Nunca jamás! Además de dar una imagen poco creativa y devaluar la imagen de marca, el buscador lo calificará como contenido duplicado, perjudicando el posicionamiento de la marca en internet (SEO). En su lugar, lee sus contenidos e identifica huecos que hayan podido dejarse, y que puedas convertir en un nuevo post. O bien, coge ideas de temas, exprímelos y dales otro enfoque. Recuerda que lo más importante es que sea contenido propio.
Ahora que hemos desvelado nuestros secretos, te toca a ti. ¿Tienes algún truquillo que te ayuda a inspirarte para escribir? ¡Compártelo con nosotros!
