SlideShare es uno de los sitios web de diapositivas más famosos que existen en la actualidad. Desde su puesta en marcha en 2006, este servicio no ha dejado de crecer y ha pasado de ser territorio exclusivo de los ámbitos empresariales y estudiantiles, a alojar todo tipo de contenido: desde un “do it yourself” de bricolaje hasta listas con los mejores bares de una ciudad. Se acabó esa idea de que las “slides” son algo aburrido y sesudo y que solo tratan temas densos.
Gracias a esta apertura, ha logrado convertirse en una herramienta muy a tener en cuenta a la hora de planificar una estrategia de marketing de contenidos. Pero, para que sea verdaderamente efectiva, no basta con subir cualquier cosa de cualquier manera.
En primer lugar es fundamental tener un contenido susceptible de ser convertido en una presentación de diapositivas. Puedes crear algo desde cero, pero no olvides que también tienes la opción de revisar algunos de tus posts antiguos más exitosos y tratar de buscarles un nuevo enfoque desde este formato. Es una manera de reciclar, de conseguir darle un nuevo empujón a algo que ya te consta que funciona.
Las listas, por ejemplo, suelen ser contenidos con bastante buena aceptación y, además, resultan fáciles de actualizar y reutilizar.
Una vez elegido qué es lo que queremos tener en nuestro SlideShare, toca cuidar aspectos como el titular. Debe ser muy claro y descriptivo y es importante que contenga las palabras clave que definen el tema sobre el que vamos a hablar. También debes utilizar las etiquetas para conseguir una mayor visibilidad en el buscador. ¡Ah! Y que no se te olvide tener una transcripción de los textos, que eso ayuda a ser encontrado más fácilmente.
Otro aspecto importante es el referente a los enlaces. ¿Verdad que sería genial llevar a los visitantes de SlideShare a tu propia página? Pues facilítales la labor: ¡usa enlaces!
Seguro que tienes contenidos relacionados o alguna landing que encaje bien con alguna de tus diapositivas. No te cortes e incluye links que lleven a ellas. Verás cómo tu tráfico aumenta. No olvides añadir siempre en la última diapositiva toda la información referente a tu sitio web e incluso incluir una dirección de contacto.
También es recomendable permitir que nuestra presentación se pueda “embeber” o incrustar. De este modo es más fácil que tu contenido (con tus enlaces) se extienda a lo largo y ancho de internet.
¿Ya tienes el “qué”? Ahora toca responder al “¿cómo?”. Tienes que tener muy presente que lo que estás haciendo es un pase de diapositivas. No una entrada de un blog ni un ebook. Esto significa que es mejor que te olvides de hacer “slides” en las que lo único que haya sea un texto plano kilométrico.
Tienes que adaptarte al formato y añadir más elementos visuales. Cada parte de la presentación debe poder entenderse por sí misma, pero mejor si es gracias a imágenes, infografías, ilustraciones… que a una gran parrafada.
Aquí no importa solo el fondo. La forma es clave. Así que saca a relucir tu vena creativa.
Como ves, SlideShare es una herramienta que ofrece muchas posibilidades y que puede resultar muy útil. ¿Ya la usas dentro de tu estrategia de contenidos?