A todos nos ha pasado. Estabas cotilleando el perfil de tu crush y se ha escapado el dedo para dar al corazoncito en una foto en la playa del verano de 2016. O alguien creía que para hacer zoom se hace doble clic.
Horror.
El momento de pánico posterior es como cuando se cae el móvil al agua. Pero una vez que te recompones, hay que actuar rápido y de forma precisa. Sigue leyendo el artículo para prepararte para lo peor. Sin exagerar, casi.
Quita el like cuanto antes
Hay un par de situaciones que harán muy difícil que ocultes el like en Instagram a tiempo.
Algunas personas tienen activadas notificaciones en el móvil que avisan de cuando te dan a like. Si es así, nos vemos un poco más abajo, porque igual tenemos la solución, o al menos el mal menor. Por suerte, no mucha gente lo tiene activado. Así que vamos al otro escenario.
El usuario al que has dado a like está explorando Instagram, y le llega una notificación del corazoncito. Después de eso tendrá que meterse en la sección para ver quién ha sido. Cuánto tarda en aparecer depende de la red y el móvil, pero generalmente tendrás unos 10 segundos para quitarlo y que no llegue a notificar a la otra persona. Así que ya sabes, rapidez, y a rezar para que no lo haya visto y tenga el móvil en el bolsillo.
Dale a like en uno de sus últimos posts
De esta manera, aunque vean que has dado a like, verán que ha sido a su último post, algo más típico. Así, solo recibirán la notificación por el segundo corazoncillo.
Asúmelo
Own it. ¿Has dado a like a una foto de hace mil años? Comenta que le quedaba bien el pelo así, o pregunta si le gustó esa ciudad porque estás planeando un viaje.
No lo asumas
¿Sería un desastre si supiera que has dado a like? ¡Es la hora de una buena renovación! Cambia tu cuenta a privada, cambia tu nombre, foto de perfil y bio, y abraza tu nueva identidad. ¿Sería una catástrofe que viera tu like? Para asegurarse de que no lo ve… borra tu cuenta, rompe tu teléfono, esparce sus restos por diferentes lugares, vete a otro país y no mires atrás. ¡Para que digan que no damos consejos buenos!